martes, 15 de enero de 2013

Marc y Eddy fueron asesinados



Habían nacido sordos pero al menos podían verse. Eso era lo que dos gemelos belgas de 45 años, Marc y Eddy Verbessem, le explicaron a los médicos del hospital universitario de Bruselas, en Jette: que ahora que estaban perdiendo la visión a la vez y ya no podrían seguir viéndose, no querían vivir.

El 14 de diciembre, consiguieron su deseo. Se les fue suministrada la inyección letal y así, sus vidas de 45 años, de estar siempre uno al lado del otro, llegaron a su fin.

Los dos hermanos, que trabajaban como zapateros y vivían juntos, tomaron la decisión de morir "con toda su consciencia", según ha explicado David Dufour, el médico encargado de presidir la eutanasia.

"Estaban felices y fue un alivio ver el fin de su sufrimiento", ha añadido. "Tomaron un café en el hospital y charlaron en profundidad. La separación de sus padres y de su hermano fue serena, hermosa. Y entonces se despidieron con la mano y se fueron".

"Para mis hermanos, era insoportable el no verse", ha explicado su hermano mayor, Dirk. No solo se perderían el uno al otro, sino que con su visión se iría también su independencia. Tendrían que mudarse a alguna institución o similar.

"Vivían juntos, y cocinaban y limpiaban. Se podía comer de ese suelo. La ceguera les hubiera hecho completamente dependientes. A veces creo que si tuvieran mujeres o hijos, tendrían algo por lo que vivir". La familia había intentado convencerles de que no lo hicieran, pero al final fueron persuadidos por los gemelos.

Es un caso único que ha puesto a prueba hasta dónde llega la ley de la eutanasia vigente en Bruselas siempre y cuando quien tome la decisión pueda explicar claramente sus deseos y evite así lo que un médico estime que será "un dolor insoportable". Es una ley distinta a la de Suiza, otro país notorio por su relación con la eutanasia y por la clínica Dignitas: allí solo se permite realizar suicidio asistido.

Es decir, que el paciente tiene que formar parte activa en la ingesta de drogas llamada a terminar con sus vidas. De ahí que en Bélgica se hayan realizado 1.133 casos de eutanasia en solo un año, 2011, generalmente relacionados con cáncer terminal.

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Lo llamativo de esta historia es que ninguno de los dos hermanos padecía ningún tipo de enfermedad terminal ni tenía más sufrimiento que el dolor de perder la visión y perder la presencia del otro, la persona que les había acompañado toda su vida.

Son, en definitiva, un hito en el país que legalizó la eutanasia en 2002, el segundo en todo el mundo después de los Países Bajos. El concepto llegaría más tarde a otras jurisdicciones, como Luxemburgo o el Estado de Oregón, en Estados Unidos.

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Esto es lo que ha propiciado el llamado "turismo del suicidio": gente que se ve forzada a morir en otro país que no sea el suyo porque en él no tiene opción de poner fin a su sufrimiento. Según los expertos, estas personas suelen provenir de Francia, Gran Bretaña y Alemania, pero estos números se han reducido en los últimos años.

Fuente: Daily Mail

Noticia tomada de: http://es.noticias.yahoo.com/

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Constantino Fundador Catolicismo

El Dictador Romano Constantino I El Grande, fue el fundador del Catolicismo depravado e injusto romano. Este pasó a la historia como sanguinario, demente y asesino junto con los primeros obispos católicos romanos que hicieron parte de la mafia naciente del año 313, (ellos mismos asesinaron a Jesucristo con judíos y hebreos ladrones. Cristo jamás los aceptó en sus filas y ahora menos). Constantino y sus militares, masacraron con la complicidad de los jerarcas de la falsa Iglesia pervertida, la vida de millones de paganos y paganas (todas y todos hijos de Dios y ciudadanos romanos). La cruz que vio el malvado gobernante, fue una visión entregada por Satanás y armada por ángeles caídos con luz del infierno sobre el ruin firmamento de Roma. Esa cruz fue la misma cruz que usaron los egipcios y babilonios del pasado. La Madre de Constantino (de nombre Helena), fue una mujer sin escrúpulos. Por culpa de ella, la cúpula católica romana miserable, y los gobernantes con Constantino a la cabeza, cometieron genocidios, robos, atracos y estafas. La mayoría de los templos romanos de hoy, pertenecen a los antiguos paganos porque sobre esas propiedades usurpadas, construyeron y montaron sus ídolos y cada mentira de la farsa. El Constantino degenerado, nunca creyó en la fe de la Iglesia Católica Romana porque él sabía que junto a ellos había violado el Mandamiento de “No Matar”. (Éxodo 20). Cuando el asesino estaba en la vejez y portador de la enfermedad -demencia senil-, unos monjes depravados lo llevaron al rio y lo bautizaron en estado demente. Inmediatamente lanzaron la idea que el anciano decrepito se había arrepentido de sus pecados y que había abrazado la fe satánica romana, disfrazada de cristianismo del Cristo de Nazaret. Luego los romanos de Roma y los del medio oriente, lo llamaron santo al igual que la monstruosa mujer Helena (madre del difunto). Hoy la sangre de todos los paganos clama desde el cielo de Dios, justicia. Las propiedades robadas a ellos, serán destruidas y “no quedara piedra sobre piedra”…

La Gran Diferencia:

"Vosotros tenéis edificios de ladrillo y piedra, y nosotros conservamos la fe. Vosotros manipuláis con falsos medios de Comunicación y nosotros hacemos presencia con la Santa Palabra. Vosotros practicáis persecuciones, inquisiciones, asesinatos e injusticias y nosotros intentamos en sencillez vivir a plenitud el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo en medio de flaquezas humanas y pobrezas impuestas. Vosotros vivís en mansiones y palacios con el dinero que le pertenece al pueblo de Dios y nosotros oramos cada día por la conversión de vuestras almas y vuestros espíritus en humildad.


Vosotros habéis convertido la "Casa de Dios", en cueva de ladrones y nosotros pedimos al cielo del Todopoderoso vuestra salvación. Vosotros solamente trabajáis a favor de ricos, poderosos y de quienes se apoderaron de privilegios y oportunidades, nosotros esperamos con paciencia que entréis en razón y logréis el cambio de corazón y conducta antes del final de los tiempos. Vosotros odiáis, discrimináis, aplicáis racismo en vuestras mesas de muerte contra hijos e hijas de Dios, mortales humanos del planeta tierra y nosotros cada día aprendemos del Maestro de la Luz, a amar y/a servir sin distinción.


Vosotros estáis unidos a ejércitos asesinos y a gobiernos invasores, bendecís armas, hogueras con masacres y desapariciones y nosotros luchamos por construir la ciudad del amor con igualdad social hasta lograr la paz y el bienestar de todos los vivientes. La verdad es más cierta y aunque solamente Dios conoce los secretos de vuestros corazones y de vuestras intenciones, nosotros esperamos que vosotros oréis por nuestros pecados y luchéis por el equilibrio social con rectitud y dignidad. Nosotros podemos estar equivocados y vosotros podréis ser los santos escogidos por el “dios” que vosotros concibáis según vuestra Escritura"…


Católicos asesinos

En el año 314, inmediatamente después de su plena legalización, la Iglesia cristiana católica atacó a los paganos asesinandolos cuando se sintió poderosa con el respaldo del sanguinario Constantino. En el Concilio de Ancyra, se denunció el culto a la diosa Artemisa de la otra religión. En 326 Constantino ordenó la destrucción de todas las imágenes de los otros dioses, la confiscación de los bienes y se robó los templos paganos.


Ya en 319 había prohibido la construcción de nuevas estatuas de los dioses paganos y que no se rindiera culto a las existentes. Muchos templos paganos fueron destruidos por las hordas cristianas. Los sacerdotes paganos fueron asesinados a sangre fria (estaban desarmados), y sus propiedades usurpadas. Entre el año 315 y el siglo VI miles de creyentes paganos fueron asesinados.


No respetaron menores y menoras de edad. Aqui nacio el pecado católico y Dios les negó la salvación. Entre 316 y 326 se proclaman una serie de disposiciones que favorecieron al cristianismo católico frente a la religión tradicional (prohibición de las haruspicia, la magia y los sacrificios privados, exención fiscal a los clérigos cristianos, se otorgó jurisdicción a los obispos...), aunque el cristianismo católico no se conviertió en la religión oficial del Imperio romano hasta el Edicto de Tesalónica de 380.


En Dydima, Asia Menor, es saqueado el oráculo del dios Apolo y torturados hasta su muerte los sacerdotes paganos. También son desahuciados todos los paganos del monte Athos y destruidos todos los templos paganos de ese lugar. En el año 326, el emperador Constantino, siguiendo las instrucciones de su madre Helena, destruyó el templo del dios Asclepio en Aigeai de Cilicia y muchos más de la diosa Afrodita en Jerusalén, en Afka en el Líbano, en Mambre, Fenicia, Baalbek, etc. En el año 330 el emperador Constantino robó todos los tesoros y las estatuas de los templos paganos de Grecia, para llevárselos y decorar su Nova Roma (Constantinopla). Su nueva capital del Imperio romano.


La Iglesia Católica Y Constantino derramaron mucha sangre inocente. Por eso que nos sorprenda si aun lo siguen haciendo con otros metodos de muerte. Que nadie llame santo a Constantino a los fundadores del catolicismo perverso porque fueron y son asesinos, estafadores y ladrones.